El titular del IBCE, en su informe anual, señaló la necesidad imperante de un enfoque sinérgico entre los sectores público y privado para impulsar el crecimiento económico de Bolivia. La estabilidad y la mejora de las condiciones laborales son objetivos cruciales que requieren una colaboración activa, buscando incrementar las exportaciones y reducir la salida de divisas.

Gary Rodríguez, presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), destacó la situación económica de Bolivia en 2023, enfatizando un crecimiento gradual. No obstante, el país ha regresado al déficit comercial tras tres años y ha experimentado una disminución de más de 2.500 millones de dólares en las exportaciones durante los primeros 10 meses del año.

Frente a este escenario, el IBCE propone con carácter de urgencia la implementación de una agenda público-privada para encarar el desafiante año 2024 con perspectivas más favorables. Se reconoce la complejidad tanto a nivel internacional como nacional para el próximo año.

Rodríguez cuestiona algunos indicadores presentados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), instando a reflexionar sobre si el crecimiento del 3% es lo mejor que se puede lograr y si la inflación del 1.48% se mantendrá en los próximos meses o años. Destaca la importancia de analizar la calidad de los empleos generados, señalando que el crecimiento es lento, la estabilidad macroeconómica es frágil y los empleos en Bolivia han experimentado una precarización.

“Por eso proponemos un trabajo conjunto público – privado, nadie en el mundo nos va a regalar un solo dólar, cada país y gobierno tienen sus propias dificultades que solucionar. Los bolivianos estamos llamados a trabajar unidos para dar solución a nuestras carencias y activar nuestras potencialidades de desarrollo, está en nuestras manos, lo podemos y lo debemos hacer”, enfatizó Rodríguez.

Se subraya la necesidad de un sincero análisis económico, reconociendo que siempre hay margen para mejorar y abordar los desafíos de manera diferente. Además, se destaca la importancia del comercio exterior en el crecimiento económico y la generación de empleos de calidad.

En relación con la apertura del mercado chino, se resaltan los beneficios significativos para la exportación de carne. También se menciona el programa de etanol para la sustitución de importaciones de gasolina mediante bioetanol como ejemplo de colaboración exitosa entre el sector público y privado, generando divisas por exportaciones y ahorros al sustituir importaciones.

La agenda público-privada propuesta incluye aspectos clave como la seguridad jurídica para garantizar la propiedad de la tierra, combatir a los bloqueadores con medidas sancionatorias, eliminar cupos de exportación, fomentar el uso pleno de la biotecnología en el agro, impulsar la producción de biodiesel por parte de empresarios y establecer medidas para aumentar la productividad y competitividad del país.