La Comisión Europea (CE) ha emitido una advertencia contundente sobre el futuro de la productividad agrícola en el continente, subrayando que la multiplicación de fenómenos climáticos extremos seguirá impactando negativamente en los años venideros. Este pronóstico se desprende del informe de perspectivas agrícolas a medio plazo, que abarca el periodo 2023-2035 y fue recientemente publicado por la CE. La institución con sede en Bruselas ha señalado en un comunicado que la «resiliencia» de los agricultores de la Unión Europea (UE) se verá sometida a nuevas pruebas debido al cambio climático, las condiciones de mercado en evolución y la transformación de las demandas sociales.
La CE reconoce que el sector agrícola está llevando a cabo “ajustes” para adaptarse tanto a la crisis climática como a las cambiantes preferencias de los consumidores. Asimismo, advierte que el costo de la energía y otros insumos seguirá siendo elevado a medio plazo en comparación con el periodo anterior a 2021. En este contexto, la Política Agrícola Común se mantiene como un factor “crucial” para respaldar a los agricultores en su transición hacia sistemas de producción agrícola «más sostenibles».
“La UE continuará siendo un exportador neto y seguirá contribuyendo a la seguridad alimentaria mundial”, afirmó la CE, subrayando su compromiso con la exportación de productos alimenticios. El informe examina la producción, el consumo y el comercio en sectores clave como cultivos herbáceos, lácteos, carne, aceite de oliva y vino. Se basa en la premisa de que el marco político actual se mantendrá sin cambios hasta 2035.
En cuanto a los cultivos herbáceos, se espera que las tierras en barbecho aumenten a 7 millones de hectáreas para 2035. A pesar de los desafíos climáticos, se proyecta que los rendimientos de los cereales permanezcan estables gracias a la implementación de prácticas agrícolas avanzadas como la agricultura de precisión, la rotación de cultivos y la mejora de la salud del suelo.
En una transición significativa, se anticipa que las tierras destinadas al cultivo de cereales se reorientarán hacia la producción de soja y legumbres para 2035. Esta transformación se atribuye a una menor demanda de cereales para piensos, consecuencia de la reducción prevista en la producción de carne de porcino y vacuno en la UE, así como al aumento de sistemas de producción extensivos y basados en pastos.
En relación con el sector del azúcar, la CE pronostica que el consumo en la UE seguirá disminuyendo y que la producción será “ligeramente menor”. El informe proporciona una visión detallada de los desafíos y oportunidades que enfrentará el sector agrícola europeo en los próximos años, ofreciendo una guía valiosa para los responsables de la toma de decisiones y los actores del mercado.